El baluarte, también conocido como bastión, es la parte que sobresale de una fortificación militar y que sirve para la defensa de un sitio.

La palabra, como tal, procede el francés antiguo "balouart", y esta a su vez del neerlandés medio "bolwerc", que significa "empalizada de defensa".

Posee dos flancos que las unen al muro y dos caras que forman un ángulo saliente. Por lo general se encuentra en las esquinas de la fortificación. Suele presentar una forma pentagonal que sobresale del cuerpo principal de la fortaleza.

Los baluartes constituyen un punto fuerte para defender asaltos de tropas enemigas. Además, ofrecen una visión privilegiada que permite cubrir no solo los otros baluartes, sino también los muros de cortina.

En este sentido, el baluarte era usado para poner allí la artillería, lo que implicaba que el asaltante tenía que situar sus baterías de artillería más lejos del muro, reduciendo considerablemente su eficacia. Una de sus mayores cualidades es que permitían repeler ataques mediante el fuego cruzado, lo que dejaba al enemigo en una posición bastante desventajosa.

El baluarte, en cuanto obra de fortificación de arquitectura militar, aparece en Italia en el siglo XV, y su adopción en el resto de Europa en los siglos posteriores es consecuencia de la ineficacia de las murallas tradicionales ante el poder de los cañones.

También puede usarse en sentido simbólico para referirse a aquel o aquello que brinda protección o amparo.

Más información: www.significados.com