Las huacas del Sol y de la Luna, son dos importantes pirámides preincas que fueron construidas en su totalidad en adobe, un material hecho de barro (arcilla y arena), y que contiene un sin número de misterios y leyendas en su interior.

Están ubicadas una al frente de la otra, a unos 500 metros, aproximadamente. Este sitio arqueológico representó físicamente la capital de la cultura mochica desde el siglo I a. C. hasta el siglo IX d. C.

La Huaca del Sol es la pirámide más grande del lugar: con sus 345 metros de largo, 160 de ancho y 30 de alto, impone respeto a todo aquel que pase por la zona.

Es de base rectangular y cuenta con cinco terrazas, en las que los antiguos moches se desenvolvían en actividades políticas y administrativas, entre otras.

Según la leyenda, para su construcción, fueron necesarias 140 millones de piezas de adobe, colocadas manualmente una por una, y el esfuerzo físico de casi 250 000 hombres.

La Huaca de la Luna fue el templo principal de la cultura Moche. Este espacio fue utilizado como escenario de rituales de sacrificios humanos, ya que en su interior se descubrió hasta 40 cadáveres de jóvenes, adultos y guerreros.

Además del aspecto bélico que guarda la Huaca de la Luna, es también el hogar de hermosos murales polícromos, donde destaca el Dios máximo de los moches, Ai Apaec.

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