Iniciada en 1248, la construcción de la catedral de Colonia, una obra de arte gótico situada en el centro de la ciudad de Colonia, Alemania, fue realizada por etapas, deteniéndose en 1560, sin terminar. Las obras no se reanudaron hasta la década de 1840, y el edificio se completó según su plan medieval original en 1880.

A lo largo de esos siete siglos, sus sucesivos constructores fueron animados por una misma fe y un espíritu de total fidelidad a los planos arquitectónicos primigenios. Además del excepcional valor de su arquitectura y de las obras de arte que contiene, esta catedral constituye un testimonio de la gran fuerza y la perdurabilidad de la fe cristiana en Europa.

Con sus 157 metros de altura fue el edificio más alto del mundo hasta la culminación del Monumento a Washington en 1884, de 170 metros. Actualmente, la catedral es la iglesia de doble cúpula más alta del mundo, la segunda más alta de Europa después de la catedral de Ulm y la tercera más alta del mundo.

Es quizás el monumento más visitado de Alemania, con una media de 20 000 personas por día. Es además la sede del arzobispo de Colonia y de la administración de la arquidiócesis de Colonia.

Fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1996.

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