Estaba el pueblo filisteo enfrentado con el pueblo israelí, si bien no había lucha cuerpo a cuerpo entre ambos ejércitos ya que cada pueblo estaba en un monte separado por un valle y los filisteos habían elaborado una estrategia, la misma era la siguiente: Que cada pueblo eligiera un campeón y el que vencía entre ambos campeones era el que se quedaba con todo, no hacía falta derramar sangre, sino solo sería una lucha cuerpo a cuerpo entre dos paladines.

Fiel a esto los filisteos nombraron a su campeón, el mismo era Goliat un gigante de tres metros de altura y formado para la guerra y este salía dos veces por día a desafiar al pueblo de Israel para que enviasen a su campeón así dirimían entre ellos quien sería el triunfador.

El pueblo de Israel escuchaba este reto día tras día y temerosos ninguno se ofrecía a luchar con Goliat, hasta que un día llegó David, que si bien ya había sido Ungido como nuevo Rey de Israel, aún estaba Saúl liderando al pueblo, David era solo un muchacho, pero al escuchar semejante reto se ofreció para luchar contra el campeón filisteo y Saúl, actual Rey de Israel, aprobó la contienda.

Fue así que David saltó al campo de batalla y se enfrento con Goliat, solo con su honda y cinco piedras y ante los retos de Goliat, David muy firmemente le dijo que él, Goliat, había desafiado a Jehová de los ejércitos y en nombre de su Dios él lo vencería, cosa que sucedió cuando David lanzó su primer piedra dando entre las cejas de Goliat, quien cayó derrotado

Más información: es.wikipedia.org