La camorra es una organización criminal de origen incierto. Los historiadores no se han puesto de acuerdo sobre cuándo ni cómo surgió. Algunos se remontan hasta el siglo XIV, otros especulan con la posibilidad de que naciera en el siglo XVIII por el desinterés de los Borbones, que reinaban en el sur de Italia, en la creación de un estado fuerte. La ausencia de estado favoreció la aparición de caciques y matones locales, los camorristi.

Los clanes camorristas, según la Policía y los estudiosos del fenómeno, son hoy 223 en Nápoles y los 30 municipios suburbanos, con decenas de miles de afiliados y simpatizantes. Un verdadero ejército que vive de la ilegalidad. La Camorra, a diferencia de la mafia siciliana, carece de organismos centrales como Cosa Nostra que disciplinan la vida de las "familias". Pero mucho más que a la mafia de Sicilia, a la Camorra la ayuda el desastre social de amplias zonas de Nápoles.

La creciente violencia, atomización de los clanes y la sensación de abandono social en muchos barrios de Nápoles y los suburbios estimulan la aparición de pequeñas familias mafiosas y de una violencia juvenil callejera que en ciertos momentos ha llegado a niveles insoportables.

Según Fortune, la Camorra es el tercer grupo de crimen organizado más grande del mundo, con un ingreso estimado de 5 mil millones de dólares por año.

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