El japonés utiliza sufijos y prefijos honoríficos para referirse a otras personas en una conversación. Los sufijos se colocan al final de los nombres y suelen ser específicos de género, mientras que los prefijos se colocan al principio de muchos sustantivos.

Los sufijos honoríficos también indican el nivel de parentesco entre el hablante y la persona a la que se hace referencia, y suelen utilizarse junto con otros componentes del habla honorífica japonesa, denominados «keigo».

Aunque los honoríficos no son esenciales para la gramática del japonés, son una parte fundamental de su sociolingüística, y su uso correcto se considera esencial para un habla competente y apropiada.

La omisión del sufijo honorífico al referirse al interlocutor, lo que se conoce como «yobisute», implica un alto grado de intimidad y suele reservarse para el cónyuge, los miembros más jóvenes de la familia, los inferiores sociales (como en el caso de un profesor que se dirige a alumnos de artes tradicionales), los amigos íntimos y los confidentes.

Por ejemplo, «sensei» (que significa literalmente «nacido antes») se utiliza para referirse o dirigirse a profesores, médicos, políticos, abogados y otras figuras de autoridad. Se utiliza para mostrar respeto a alguien que ha alcanzado un cierto nivel de maestría en una forma de arte o alguna otra habilidad, como novelistas consumados, músicos, artistas y artistas marciales.

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