Situada en la costa occidental de Turquía, en la provincia de Aydin, Mileto fue una importante ciudad griega que en la antigüedad perteneció al reino de Lidia.

Debido a que sus ruinas se encuentran en un elevado nivel de conservación, miles de turistas visitan esta ciudad de gran valor para la humanidad.

Los inicios de la cultura helena en la penínisula de Anatolia empiezan alrededor del primer milenio a.C. cuando los griegos comenzaron sus procesos de colonización en Asia Menor, en particular en las islas del mar Egeo y en el territorio conocido como Jonia.

Estas polis griegas prosperaron en Anatolia y pronto surgieron ciudades como Delos, Kos, Priene y Mileto, que fueron un importante centro de encuentro y comercio para que las culturas de Grecia, Cartago y Egipto se encontraran con Persia e India.

Entre sus atractivos arquitectónicos se pueden contar los restos del gran anfiteatro, con una capacidad de hasta 15 000 personas; los baños romanos construidos alrededor del siglo primero d. C, el ágora ubicada en la parte norte de la ciudad, el santuario Delfineo y su gimnasio.

La ciudad fue clave para el inicio de la filosofía en las polis griegas, ya que fue el lugar de nacimiento de tres de los más importantes filósofos de la naturaleza; Tales, Anaxímenes y Anaximandro de Mileto. Tales es considerado por algunos académicos como el “primer filósofo griego” por sus estudios en matemáticas, geometría, física y filosofía.

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