Hace veinte años que un piloto de helicóptero que sobrevolaba la región central de Australia detectó la figura de un hombre gigante grabada en la superficie de la tierra.

Se cree que la enorme figura de 4,2 km de altura, situada en una remota altiplanicie en el estado de Australia Meridional, corresponde a un cazador aborigen.

Llamado Hombre de Marree, por un pueblo aledaño, es uno de los geoglifos más grandes del mundo. Pero, dos décadas después, continúa el misterio de quién lo creó y por qué.

El Hombre Marree ha sido objeto de fascinación desde su descubrimiento en un desierto 700 km al norte de Adelaida, la capital de Australia Meridional. Se ha vuelto muy popular con los vuelos turísticos porque es demasiado grande para ser apreciado desde la superficie.

Con un entorno que mide un total de 28 km, la profundidad del croquis original del Hombre de Marree era de unos 35 centímetros. La población local cree que representa a un hombre aborigen empuñando en su mano izquierda un woomera, la versión australiana de un lanzadardos.

Phil Turner, dueño de un bar en Marree, dice estar convencido de que su creador, o creadores, fueron unos profesionales que posiblemente utilizaron tecnología de GPS.

El piloto Trevor Wright, la primera persona en atisbar el Hombre de Marree el 26 de junio de 1998, dice que lo detectó por pura casualidad. Sin embargo, faxes anónimos también fueron enviados al mismo tiempo a empresas y medios locales para informarles de la existencia de la figura.

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