La crisis anglófona es un conflicto en la región del Camerún meridional, que forma parte del antiguo «problema anglófono».

En septiembre de 2017, los separatistas de los territorios anglófonos de la Región Noroeste y la Región Suroeste (conocidos colectivamente como Camerún del Sur) declararon la independencia de Ambazonia y comenzaron a luchar contra el Gobierno de Camerún.

Comenzando como una insurgencia a pequeña escala, el conflicto se extendió a la mayor parte de las regiones anglófonas en un año. Para el verano de 2019, el gobierno controlaba las principales ciudades y partes del campo, mientras que los separatistas mantenían partes del campo y aparecían regularmente en las principales ciudades.

El problema anglófono, tal como se suele llamar en Camerún, es una cuestión de naturaleza social y política que parte de la coexistencia en un mismo país de legados coloniales muy distintos (el alemán y británico, por una parte, y el francés, por otra).

Esta cuestión suele poner frente al resto de cameruneses principalmente a muchos habitantes de las regiones del noroeste y sudoeste del país, que suelen considerarse a sí mismos anglófonos. Esto parte del hecho de que ambas regiones estuvieron bajo control británico como mandato de la Sociedad de Naciones y luego como fideicomiso de la ONU respectivamente.

A la vez que muchos habitantes del noroeste y sudoeste consideran que existe un problema anglófono, otros son ajenos a este sentimiento.

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