Spa es una ciudad belga situada en la región valona en la provincia de Lieja. Es la ciudad donde se origina el término spa. Su población es de unos 11 000 habitantes.

Esta hermosa ciudad rodeada de ríos, manantiales y bosques. No es solo la estación termal más famosa de Europa, también es el templo del automovilismo, ya que aquí se disputa el Gran Premio de F1 de Bélgica.

Spa está situada en un lugar un tanto aislado, en el corazón de los macizos de las Ardenas. Su nombre está ligado a las virtudes curativas de su agua, se ha convertido en sinónimo de los balnearios. Su origen se remonta al siglo XVI y está vinculado a los antiguos monarcas europeos que visitaban Spa para realizar sus tratamientos termales.

Sus aguas minerales, sulfurosas y curativas brotan en los manantiales llamadas "pouhons" que emergen en las cuatro esquinas de la ciudad.

Casi tienen nombres de castillo: Pierre-le-Grand, Prince de Condé, Tonnelet, Sauvenière, Groesbeek, Géronstère y Barisart. De hecho cada uno de ellos tiene rango de monumento: su conjunto va hilando rutas que, vistas en el mapa, forman un trazado que invita a ser recorrido plácidamente.

La ciudad fue elegida como residencia por el rey Leopoldo II —que llegó a ser propietario del Congo belga—y su esposa, la reina María Enriqueta de Austria. Al primogénito Alberto I le tocó el trago de la invasión alemana entre 1914 y 1918: la armada teutona instaló en Spa un hospital militar y utilizó la ciudad como base.

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