Las Parcas eran tres diosas romanas, encargadas de regir la vida y el destino de los humanos e incluso de los dioses. Según algunas versiones, ellas ejecutaban las órdenes del dios del Destino, que contenía los destinos de los humanos en una urna que llevaba siempre con él. Sus equivalentes griegas eran las Moiras y las Nornas en la Mitología nórdica de los pueblos germanos septentrionales.

Son tres hermanas hilanderas que personifican el nacimiento, la vida y la muerte. Escribían el destino de los hombres en las paredes de un enorme muro de bronce y nadie podía borrar lo que ellas escribían. Se llamaban Nona, Décima y Morta.

La más joven de las tres era Nona, era ella quien hilaba las hebras de la vida con su rueca, decidiendo el momento del nacimiento de una persona. Se utilizaban los hilos de Oro para los momentos felices, y lana negra, para los momentos más tristes.

La hermana mediana era Décima, determina el futuro de las personas; es quien decide el largo del hilo de cada una de las vidas humanas, midiéndolo con su varilla. También representaba el matrimonio, cómo idea de lo que ocurre entre el nacimiento y la muerte.

La hermana mayor, era Morta, que determinaba el futuro de las personas; es quien decide el largo del hilo de cada una de las vidas humanas y la manera en que se producía su muerte.

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