El tronco del encéfalo es la mayor ruta de comunicación entre el cerebro y la médula espinal. En su porción superior, muy en el interior de la cabeza, justo antes de llegar a la antesala del cerebro, se encuentra el mesencéfalo.

El mesencéfalo humano mide unos 2 cm, y parece "expuesto" únicamente en su cara anterior, ya que la posterior está oculta por cerebelo y cerebro.

Reúne las fibras nerviosas que bajan desde la corteza cerebral hacia la médula espinal, lo que permitirá mover el cuerpo; y las que suben hacia el tálamo, donde se organizará casi toda la información sensitiva.

Una zona interesante del mesencéfalo de los vertebrados es el techo óptico, o simplemente téctum, que en los mamíferos también se llama tubérculo cuadrigémino superior o colículo superior. Se trata de una estructura en capas, donde las más superficiales reciben impulsos nerviosos transmitidos desde los ojos; mientras que las más profundas se relacionan con la función motora.

Los colículos superiores pueden activar el movimiento del globo ocular en respuesta a un estímulo visual, y los colículos inferiores el de cabeza y cuello en respuesta a un estímulo auditivo. Ambos consiguen coordinar un acto reflejo, que coloca la mirada casi al instante en dirección a una visión sorpresiva o a una emisión de sonido repentino.

El mesencéfalo también participa en los mecanismos de recompensa del cerebro, propiocepción de la cabeza, fases de sueño y vigilia, e incluso en el control de la micción.

Más información: es.wikipedia.org