Con el término hicsos se designa a un grupo humano procedente del Oriente Próximo que se hizo con el control del Bajo Egipto a mediados de siglo XVII a. C..

Avaris, situada en la parte oriental del delta del Nilo, es el emplazamiento en el que surgió la capital de los soberanos hicsos durante el Segundo Periodo Intermedio del Antiguo Egipto.

Las excavaciones arqueológicas han demostrado que la ciudad se levantó sobre un antiguo emplazamiento egipcio del Reino Medio. Se trata de una auténtica fortaleza con muros de ocho metros de grosor.

Tras la derrota de los hicsos, la ciudad fue abandonada durante un cierto tiempo para ser más tarde recuperada por la dinastía Ramésida, ya durante el Reino Nuevo.

Los hicsos introdujeron en Egipto el uso del caballo como animal de tiro y el carro de guerra, además de la espada curvada, los cascos y las corazas.

Son escasos los testimonios que nos han llegado directamente de la dominación asiática, por lo que solo queda la imagen distorsionada que han transmitido los faraones en las que se presenta la dominación hicsa como un período nefasto para el pueblo egipcio.

En realidad, con ellos se incrementaron los contactos comerciales con los pueblos del Próximo Oriente y se impulsó la difusión de la literatura.

El dominio hicso no alcanzaba a todo el territorio egipcio, sino que se concentraba en las regiones centrales y septentrionales.

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