¿En qué lugar creían los romanos que tenía su fragua Vulcano?
Vulcano es el dios romano encargado del fuego y los volcanes. Hijo de Júpiter y Juno y esposo de Venus, era el encargado de forjar el hierro y crear las armas que portaban los dioses y héroes de la mitología romana.
Fue repudiado por su madre por ser un ser feo y amorfo. Así fue como era representado, un hombre grande y de un aspecto realmente desagradable, eso sí, contaba con una habilidad enorme a la hora de trabajar con el hierro. Una habilidad divina.
A los dioses se les asignaba a un lugar, a una actividad o a un oficio. De este modo, de Vulcano se creía que su fragua, en la que se forjaban las armas y armaduras de los dioses, se encontraba en el monte Etna, lugar en el que se asienta el gran volcán de Sicilia.
Llama la atención la unión con la diosa del amor, Venus, una diosa hermosa. Esta unión no fue del todo idílica, ya que la diosa le fue infiel con el dios de la guerra.
Esta unión fue motivo de vergüenza para el dios. En una de las noches en que Venus y Marte dieron rienda suelta a su pasión, se quedaron dormidos sin darse cuenta que estaba amaneciendo. El dios del Sol los sorprendió y no dudó ni un momento en hacerle saber a Vulcano lo que había sucedido. El dios entró en cólera y decidió que se vengaría de esta afrenta.
La venganza la trabajó con sus manos, que era lo que mejor se le daba. Creó así una red de hierro muy fina, prácticamente invisible, pero poderosa y fuerte. La colocó en el lecho donde los dos amantes se encontraban cada noche.
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