¿En qué industria trabajaba una persona que se desempeñaba como cajista?
Cajista era un oficial de imprenta, cuyo cometido era componer los moldes que se han de imprimir.
El oficio de cajista se remonta a los inicios de la imprenta. Los cajistas, como transcriptores de sermones, podían trabajar en festivo, algo no reservado a los impresores. Los cajistas fueron siempre considerados personas cultas, pues requerían una buena formación gramatical y técnica.
Esta profesión evolucionó con el tiempo, conforme lo fueron haciendo las técnicas tipográficas. Los primeros cajistas se dedicaban básicamente a componer líneas de texto para periódicos y libros. Posteriormente se especializaron en la remendería, que consistía en llevar a cabo trabajos de composición compleja (es decir, trabajos comerciales y de fantasía). Finalmente, su función principal fue la de ajustador o compaginador.
Hoy en día, la mayor parte de la composición tipográfica se realiza con ordenadores, que son muy hábiles a la hora de disponer los caracteres en una pantalla para que sean fáciles de leer. Así que el trabajo de tipógrafo está un poco pasado de moda, aunque todavía hay imprentas físicas que requieren su habilidad.
Las tarjetas, los libros y las obras de arte impresas con letras, que tienen un tipo de letra en relieve que se puede palpar con la punta de los dedos, son producidas por un cajista que arregla los tipos móviles en la prensa, los entinta y los imprime en el papel.
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