La Batalla de Balaclava, una batalla terrestre que se libró el 25 de octubre de 1854 durante la Guerra de Crimea, formó parte del Sitio de Sebastopol (1854-55), un intento aliado ‒turcos, franceses y británicos‒, de capturar el puerto y la fortaleza de Sebastopol, la principal base naval de Rusia en el Mar Negro.

La batalla comenzó con un ataque de la artillería y la infantería rusas a los reductos otomanos que formaron la primera línea de defensa. Las fuerzas otomanas resistieron inicialmente los asaltos rusos, pero finalmente se vieron obligadas a retirarse al carecer de apoyo. Cuando los reductos cayeron, la caballería rusa se movió para enfrentarse a la segunda línea defensiva, sostenida por un regimiento otomano y británico, en lo que se conoció como la "Delgada Línea Roja". Esta línea aguantó y repelió el ataque, que cargó y derrotó a la mayor parte del avance de la caballería, forzando a los rusos a la defensiva.

No obstante, esta batalla es famosa por la polémica que ha generado entre los historiadores su última acción: la famosa carga de la caballería ligera británica: la llamada «Carga de la Brigada ligera».

Como consecuencia de esta acción, tan valerosa como inapropiada, la Brigada Ligera, compuesta por cinco regimientos de dragones ligeros, Lanceros y húsares, fue casi totalmente destruida. Casi todos los registros históricos indican que la decisión de realizar esta acción militar se tomó de manera apresurada y sin el debido análisis de la situación.

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