Los Altos del Golán es una meseta ubicada en la frontera entre Israel, Líbano, Jordania y Siria. Abarca un área aproximada de 1800 km², de los cuales cerca de 1200 km² están bajo ocupación militar de Israel, unos 235 km² están controlados por la UNDOF y el resto permanece bajo soberanía siria.

Su situación en la intersección de los cuatro países es, según los israelíes, vital para la seguridad y la defensa de las fronteras del Estado hebreo. Durante la primera guerra árabe-israelí (1948-1949), el ejército sirio transformó el Golán en un fuerte militar desde donde atacaba la parte baja en el norte de Israel.

A su situación geográfica –excepcional desde un punto de vista militar–, se le añade un factor hidro-político que deja entrever la importancia estratégica de este territorio con unos 70 kilómetros de largo y 25 de ancho.

Llenos de agua en medio de una región árida, los Altos del Golán albergan, en efecto, importantes nacimientos que se vierten en el Jordán, una de las principales fuentes de agua dulce de Israel, y en el Mar de Galilea, que provee un tercio del consumo de agua israelí.

La problemática del acceso al agua originó varios conflictos entre Siria e Israel durante los años 1960, con Damasco acusando a Tel Aviv de haber desviado varias fuentes del Jordán para su beneficio propio.

Gracias a esta agua, el territorio que pertenece a Siria desde su independencia en 1946, era conocido por sus manzanos y viñedos y su ganadería de bovinos y ovinos.

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