El Cabo de Buena Esperanza, es un cabo rocoso que se encuentra en Sudáfrica y está elevado sobre el nivel del mar, fue descubierto en 1488 por el navegante portugués Bartolomé Días (1430-1500), gracias a lo cual se abrió el camino de los comerciantes europeos hacia Oriente.

El cabo de Buena Esperanza tras su descubrimiento, el segundo que cruzó el cabo fue Vasco da Gama, el 22 de noviembre de 1497. El primero que pisó tierra fue el almirante Juan de Infante. La colonización empezó en la segunda mitad del siglo XVII. Los portugueses consideraron el cabo como una estación marítima de vital importancia para su navegación. Una vez conocidas las líneas de la costa no se ocuparon de las regiones interiores. En 1652 se instalan los colonos holandeses y el conocimiento del interior aumentó. La Compañía Holandesa de las Indias Orientales encargó al médico holandés Jan van Riebeeck la fundación de un hospital y una estación de suministros.

Las temperaturas más bajas son de 8 a 17 grados, las más altas oscilan entre 17 hasta 25 grados. Es el centro de una región de gran riqueza de flora endémica y el más pequeño pero más rico de los dominios biológicos de flora del continente africano, con una notable representación de arbustos llamados fynbos, con dos variedades, y casi 1.100 plantas, de las cuales muchas solo crecen en este territorio. Y su fauna donde hay alrededor de 250 especies de aves, grandes herbívoros como antílopes, mandriles, avestruces, ademas de sus famosos pingüinos.

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