El 4 de noviembre la embajada estadounidense de Irán fue rodeada por un numeroso grupo de estudiantes iraníes seguidores de la revolución islamista. Tras saltar la rejas de la entrada, lograron ingresar a la misma y tomar de rehenes a 52 diplomáticos.

Solo 6 de ellos lograron escapar por la puerta trasera, y se refugiaron en la casa del embajador de Canadá. Pero corrían el riesgo de ser descubiertos, bien sea por los revolucionarios o por los medios de comunicación.

El agente de la CIA Tony Méndez ideó un plan, viajar a Teherán como supuesto integrante de un equipo de investigación de locaciones cinematográficas, que trabajaba en una película de ciencia ficción.

Contrató a un guionista, y alquiló una oficina para su compañía de producción falsa, Studio 6. En dos días el guión de una nueva producción estaba listo. Se llamaba "Argo", y se desarrollaría en un lugar mítico con un bazar exótico.

Cuando llegó a Teherán, la ciudad parecía tierra de nadie. El 25 de enero de 1980, finalmente conocieron al personal refugiado en la residencia. Les informó el plan, les dio tarjetas de presentación de Studio 6 y ropa que los hiciera parecer "más Hollywood".

El gobierno de Canadá había acordado entregarles pasaportes falsos. Las siguientes 48 horas las pasaron practicando técnicas de interrogatorio hostil.

El lunes 28 de enero, el grupo se dirigió al aeropuerto de Teherán para tomar el vuelo de las 07:00 a Zurich. El avión despegó sin problemas.

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