El paso del mundo de los dioses antropomórficos, de los ritos órficos y del pensamiento mágico al mundo científico de los primeros observadores de la naturaleza y al discurso racional del logos, señala el nacimiento de la filosofía. En los siglos VI y V a.C. se inicia la ruptura con la visión mítica de un mundo sometido al destino, para sustituirla por una explicación racional que permita entender el origen del cosmos y el fundamento de la realidad: el arké, el primer principio que subyace al cambio y el devenir.

El hilozoísmo es una doctrina cosmológica según la cual toda la materia está animada, es decir, que la naturaleza entera, el mundo y el cosmos están vivos. Dicha teoría fue compartida por los tres filósofos milesios, Tales, Anaximandro y Anaxímenes; más tarde sería defendido por Spinoza quien llegará a asignar diversos grados de vida a la materia.

Para Tales de Mileto, que tenía conocimientos de ingeniería hidráulica y había notado que todo lo vivo también está húmedo, el elemento primordial era el agua.

Para su discípulo Anaximandro, el arké era lo indefinido o ilimitado, el ápeiron, de donde todo se origina y en donde todo finaliza.

Por su parte, para el también milesio Anaxímenes este principio material de la naturaleza era el aire o pnéuma, el aliento.

Más información: es.slideshare.net