El síndrome de Wendy se refiere a la necesidad de satisfacer y colmar de deseos a otra persona, usualmente a la pareja o los hijos, dejando los propios a un segundo plano.

Fue el psicólogo Dan Kiley quien acuñó el término por primera vez en 1984, para describir a las personas que actúan como padre y madre con su pareja o hijos.

En el cuento de Peter Pan, Wendy tomaba las decisiones y cuidaba del resto de niños del país de "Nunca jamás", mientras que Peter Pan fantaseaba sin asumir cargos, logrando sus triunfos gracias a los esfuerzos de su amiga.

Es la persona que siente temor al rechazo, es la madre o el padre que prácticamente le hace los deberes a su hijo, que lo despierta todas las mañanas para que no llegue tarde a la escuela, aunque ya tenga edad de hacerlo solo y busca hacerle la vida fácil a quienes le rodean.

Las características inherentes de esta persona son: sentirse imprescindible, entiende el amor como un sacrificio y resignación, siente la necesidad de cuidar y proteger a los demás asumiendo una figura maternal.

El origen de este síndrome se puede encontrar en el pasado familiar, en donde la persona se sintió apartada y desprotegida, por lo que en edad adulta compensa la falta de dirección y protección asumiendo el rol de los padres ausentes o que deseó tener.

Afecta más a mujeres que a hombres, esto puede ser debido a factores culturales y educativos, que suelen justificar las niñerías de esos adultos, incapaces de crecer emocionalmente.

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