A poco más de 15 kilómetros de la ciudad de Palma, entre la Sierra de Tramuntana y el mar Mediterráneo, se encuentra la localidad de Valldemosa. Es uno de los mejores destinos en la isla de Mallorca, ya que aporta naturaleza, playas, grandes propuestas monumentales y culturales y una buena oferta de alojamiento y restauración.

El edificio estrella de esta villa mallorquina es la Cartuja de Valldemosa. Se trata de un impresionante palacio que mandó construir en el siglo XIV el rey Jaime I de Mallorca. En el año 1399 Martín el Humano cedió todas las posesiones reales de Valldemosa a los monjes cartujos. Estos fundaron la Cartuja y la habitaron hasta 1835, cuando pasó a manos privadas por la desamortización de Mendizábal.

A lo largo de su historia, en la cartuja se han alojado numerosos personajes célebres

como Melchor de Jovellanos, Rubén Darío, José Martínez Ruiz “Azorín”, Miguel de Unamuno, Santiago Russínyol, Eugeni d’Ors o el Archiduque Luis Salvador de Austria.

Otro ilustre morador fue el músico Frédéric Chopin, que vivió en la cartuja durante tres meses en el siglo XIX junto a su compañera, la escritora Aurore Dupin, más conocida como George Sand.

De su paso por el antiguo monasterio quedan los recuerdos de la celda que alquilaron, la número cuatro, donde se puede ver su piano Pleyel, que hizo traer desde París, y con el que compuso obras tan destacadas como una Polonesa, algunos de sus Preludios, su segunda Balada y su tercer Scherzo.

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