La última víctima de la guillotina fue Hamida Djandoubi, de origen tunecino de 28 años, que asesinó a su novia, Elisabeth Bousquet, de 21 años. Tuvo lugar el 10 de septiembre de 1977, en la presión de Marsella. En 1981 el presidente François Mitterrand abolió la pena de muerte en Francia y la guillotina pasó al olvido.

La Revolución Francesa se radicaliza, favorecida por las dificultades económicas y el peligro exterior, y parece como si se hubiera propuesto instaurar una república sin ricos ni pobres.

A partir de 1793, nada se cruza ya en su camino, y la Convención reconoce la utilidad del Terror; de ahora en adelante se guillotinará a todos los sospechosos.

La palabra guillotina se originó en el apellido del autor de la iniciativa, el médico francés José Ignacio Guillotin, que en 1789 presentó a la Asamblea de los Estados Generales un proyecto de ley para humanizar la pena capital y abolir los antiguos métodos de ejecución: el ahorcamiento para los villanos, la decapitación para los nobles y el infamante de la rueda aplicado a los asesinos, por sustentarse el principio de igualdad de pena para todos, sin distinción de clases y para evitar sufrimientos innecesarios al reo.

El proyecto del Dr. Guillotin fue aprobado en 1792. Su diseñador fue el Dr. Louís, de la Academia de Cirugía de Francia.

Un alemán, constructor de clavicordios llamado Schmidt, fue el encargado de la fabricación de la máquina. Fue experimentada con cadáveres y animales.

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