El Imperio Otomano. También conocido como Imperio turco otomano, surgió con la decadencia del Imperio selyúcida, y luego se expandió a Europa, llegando a ser uno de los más esplendorosos del mundo, hasta su decadencia y posterior disolución, en 1918 con la firma del Tratado de Sevres.

Los turcos otomanos controlaron paulatinamente a los demás estados y bajo el reinado de Mehmed I acaban con lo que queda de la dinastía selyúcida.

La primera fase de la expansión otomana tuvo lugar bajo el gobierno de Osmán I y siguió en los reinados de Orkhan, Murad I y Bayezid I, tomando los territorios del Imperio Bizantino, Bulgaria y Serbia. Bursa fue dominada en 1326 y Adrianópolis en 1361.

Las victorias otomanas en los Balcanes alertaron a Europa sobre el peligro que este Imperio representaba y fue el motivo central de la organización de la Primera Cruzada.

Así, los otomanos pasaron de ser una horda nómada a convertirse en uno de los más extensos y esplendorosos imperios del mundo. Bajo los gobiernos de Selim I y Solimán I el Magnífico, el iimperio se expande hacia Hungría, Valaquia, Moldavia y Transilvania.

Parte del secreto de su triunfo residió en la posesión de un poderoso ejército conformado por estrictas jerarquías a las que podían pertenecer cristianos y extranjeros. Su cuerpo de elite estaba conformado por los famosos “jenízaros”.

A la muerte de Solimán, siguió una progresiva decadencia. concluyendo con un armisticio y la definitiva caída del Imperio Otomano.

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