Se denomina tren de alta velocidad (TAV), tren rápido o tren bala a aquél que alcanza velocidades superiores a 200 km/h sobre líneas existentes renovadas, y 250 km/h sobre nuevas líneas diseñadas para tal efecto, según la UIC (Unión Internacional de Ferrocarriles).

Bajo esta definición, el primer tren comercial de alta velocidad fue inaugurado en 1939 en Italia con el "ElettroTreno ETR 200", alcanzando el récord de 204 km/h, cerca de Milán.

En 1930, Italia había electrificado parte de sus tendidos, siendo el mayor el de la línea principal entre Milan-Bolonia-Florencia-Roma y Nápoles. Precisamente en este trayecto se comenzó a trabajar para que sea uno de los primeros en contar con servicios de alta velocidad de nivel comercial. El proyecto para hacer este tren fue iniciado en 1934 en el Instituto de Ingeniería del Politecnico di Torino.

En junio de 1938, en el trayecto Roma-Nápoles, una unidad eléctrica "ETR 201", de tres coches, fue la primera que logró apenas superar los 200 km/h, en un recorrido especial.

El 20 de julio de 1939 el "ETR 212" (de la serie ETR 200), en el trayecto Florencia-Milán, estableció el récord mundial de alta velocidad para trenes comerciales alcanzando y manteniendo por 10 minutos los 204 km/h, cerca de Milán,​ con una velocidad media de 164 Km/h.

Con motivo de los Juegos Olímpicos de 1964, Japón, como país organizador, inauguró su primer tren bala, el "Tōkaidō Shinkansen" el 1 de abril de 1964, sobre vías especialmente construidas.

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