La corteza terrestre es la zona más externa de la estructura concéntrica de la geosfera, la parte sólida de la Tierra. Es comparativamente delgada, con un espesor que varía de 5 km, en el fondo oceánico, hasta 70 km en las zonas montañosas activas de los continentes.

Existen dos tipos de corteza terrestre:

- La corteza oceánica, que cubre la parte del planeta sobre la que se depositan los océanos, dando lugar al fondo marino. La corteza oceánica cubre aproximadamente el 75% de la superficie planetaria. Es más delgada que la continental y se reconocen en ella tres niveles.

El nivel más inferior, llamado nivel III, linda con el manto en la Discontinuidad de Mohorovich; está formado por gabros, rocas plutónicas básicas.

Los minerales más abundantes de esta capa son los piroxenos, los feldespatos y los elementos son el silicio, el oxígeno, el hierro y el magnesio.

- La corteza continental que cubre el resto de la superficie terrestre. La corteza continental es de naturaleza menos homogénea, ya que está formada por rocas con diversos orígenes. En ella predominan las rocas ígneas intermedias-ácidas, como el granito, acompañadas de grandes masas de rocas metamórficas.

Los minerales más abundantes de esta capa son los cuarzos, los feldespatos y las micas. Los elementos químicos más abundantes son el oxígeno (46,6%), el silicio (27,7%), el aluminio (8,1%), el hierro (5,0%), el calcio (3,6%), el sodio (2,8%), el potasio (2,6%) y el magnesio (2,1%).

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