¿En la mitología romana qué madre reconoció a su hijo años después de haberlo creído perdido para siempre?
En la versión del poeta romano Ovidio, Calisto, hija de un dios y una mortal, es castigada por Juno, la esposa de Júpiter a causa de haber sido aquella seducida por éste y además haber quedado embarazada.
El castigo consiste en arrebatarle a su hijo y en la transformación zoomórfica de Calisto en una horrible bestia (Ursa). Así, es condenada a vagar por los bosques huyendo constantemente de muchos depredadores. Además, Juno no se conforma con quitarle su belleza, sino que le arrebata asimismo el habla.
Pero la osa aún conserva la memoria de su vida pasada de manera que quince años después de haber andado tanto tiempo errante, un buen día su hijo Arcas se topa con ella. Calisto guarda en su memoria el recuerdo de su hijo y lo reconoce e intenta lentamente acercarse. Su hijo no la conoce ni tiene idea de que ella sea una osa e intenta matarla. Pero en ese momento Júpiter los lleva al cielo mediante un viento y los catasteriza (esto es, los convierte en estrellas).
En la versión de Higino, Arcas persigue a la osa hasta que se internan en un templo y allí son condenados a muerte por los nativos del lugar, pero en ese momento el dios del Olimpo mismo los lleva al cielo y los catasteriza.
Calisto simboliza al ser humano alejado de su propia condición divina pero a su vez, al ser catasterizado, refleja el vínculo del ser humano con el cosmos: la historia de la humanidad está escrita en el libro del Universo.
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