Equidna, un monstruo de la mitología griega, considerada descendiente directa de Forcis y Ceto (o de Tártaro y Gea según otras fuentes). Esta no es un monstruo más del elenco de monstruos mitológicos. La Equidna, monstruosa ninfa, sería la madre de la mayoría de los monstruos más importantes de los mitos griegos.

Tenía el torso de una mujer bella pero que sus ojos escondían un color oscuro temible, feroz con un cuerpo de serpiente.

Tifón fue su compañero y amante, decidieron atacar el monte Olimpo. No obstante, Zeus logró derrotarlos. Éste permitiría que siguieran con vida, tanto ellos como sus hijos, pero tan sólo para crear un desafío a los héroes.

A partir de ese momento, la ninfa monstruosa viviría en una cueva del país de los Arimoi, un lugar por el Hércules tendría que pisar en uno de sus viajes.

Equidna robó sus corceles. Hércules, enfadado, reclamó, pero la monstruosa ninfa dijo que le serían devueltos si se acostaba con ella.

Algunas fuentes se dice que accedería, naciendo de esa unión Agatirso, Gelono y Escites. Otras fuentes indican que se negaría encerrando a la monstruosa ninfa en una cueva.

Equidna tenía una cierta bipolaridad. Un lado bastante emocional para con sus hijos y Tifón, madre cariñosa y la mujer más atenta, por otro tenía era despiadada y cruel, hasta el extremo.

Los hijos que Equidna y Tifón serían Cerbero, Ortro, Quimera, Esfinge, Hidra de Lerna, Ladón, León de Nemea, el Águila de Prometeo, el Dragón de la Cólquida y la Cerda de Cromio.

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