En la mitología griega, el gigante Alcioneo o Alción, era hijo de Tártaro (el abismo) y Gea (la tierra).

Según el mitógrafo Apolodoro, el enfrentamiento de Alcioneo con Heracles formaba parte de la batalla cósmica de los gigantes con los dioses olímpicos. Era el gigante encargado de acabar con Hades.

En el relato de Apolodoro, Alcioneo y Porfirio eran los más grandes de los gigantes, y Alcioneo era inmortal mientras estuviera en su tierra natal. Cuando Heracles le disparó una flecha a Alcioneo, este cayó al suelo, pero luego comenzó a recuperarse, así que por consejo de Atenea, Heracles fingió huir, logrando que Alcioneo le siguiera hasta salir de su tierra natal, momento en el que murió por la flecha que llevaba clavada.

Las hijas de Alcioneo, las Alciónides, cuyos nombres eran Alcipe, Ante, Asteria, Ctonia, Drimo, Metone, Palene y Phtonia o Fostonia, se lanzaron al mar desesperadas por la muerte de su padre, donde fueron trasformadas por la diosa Anfítrite en alciones (Martín pescador).

Conocido como Hércules en la mitología romana, Heracles era hijo del dios Zeus y de Alcmena, una reina mortal. Fue el más grande de los héroes, pero a diferencia de otros héroes griegos, ninguna tumba fue identificada como suya. ​ En Roma, así como en Europa Occidental, algunos emperadores romanos ―entre ellos Cómodo y Maximiano― se identificaron con su figura.

Más información: es.wikipedia.org