La Cueva de Movile se encuentra en el condado de Constanţa en Rumania, a pocos kilómetros de la costa del Mar Negro. En 1986 fue descubierta por Cristian Lascu de casualidad, ya que junto un grupo de trabajadores estaba buscando un lugar idóneo para instalar una central nuclear.

Esta cueva se mantuvo totalmente aislada del exterior, por aprox. 5.5 millones de años, en su interior hay un ecosistema con elevados niveles de sulfuro de hidrógeno y dióxido de carbono, muy bajo en oxígeno, lo que hace que el aire sea tóxico para cualquier ser vivo del exterior. Estas características la convierten en una mina de oro para los biólogos, que hallaron en su interior 48 especies, 33 de ellas desconocidas.

Es uno de los pocos ecosistemas conocidos basado en reacciones quimiosintéticas y no fotosintéticas, como es lo habitual. Al carecer de luz, las bacterias que allí viven obtienen su energía de reacciones químicas poco habituales.

La mayoría de las especies son ciegas y carecen de pigmento, cosas ambas bastante inútiles cuando se vive en la más absoluta oscuridad. También tienen una forma extrañamente alargada, con miembros más largos de lo normal y antenas que les ayudan a desplazarse en la oscuridad.

Entre lo descubierto se puede mencionar: el escorpión de agua troglobiont, arañas liocránidas y nesticidas o las sanguijuelas de las cavernas. Todos ellos parecidos a sus "primos" de la superficie, pero de los que se descubrió que genéticamente pertenecían a ramas distintas.

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