En fútbol, un tiro libre es una forma de reanudar el juego tras una falta. El balón debe estar inmóvil cuando se lanza el tiro y el ejecutor no puede volver a jugar el balón antes de que este haya tocado a otro jugador. En un tiro libre se pone una barrera a 9,15 m de donde se coloque el balón, y el número de jugadores que conforman la barrera será el que elija el portero.

Si al ejecutar un tiro libre un adversario se encuentra más cerca del balón que la distancia reglamentaria se repetirá el tiro. Para evitar que los jugadores de la barrera de defensa acorten mediante pequeños pasos la distancia que media hasta el tirador —y así perjudicarlo—, el árbitro puede señalar el correcto distanciamiento reglamentario mediante el empleo de un aerosol evanescente.

Los tiros libres son directos e indirectos, de acuerdo al tipo de infracción que se comete. El tiro libre directo es un lanzamiento directo a la portería del equipo contrario, a diferencia de un tiro libre indirecto, en el cual se debe hacer un cobro con pase a otro jugador.

El mejor ejecutor de tiros libres del mundo fue una elección promovida por la FIFA en el 2008; para decidirlo realizó una encuesta por Internet, en donde usuarios y lectores de todo el mundo podrían votar; entre los candidatos se destacaron los brasileños Ronaldinho, Juninho Pernambucano y Roberto Carlos, el portugués Cristiano Ronaldo, los argentinos Lionel Messi y Juan Román Riquelme, el inglés David Beckham, el colombiano Rubén Bustos.

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