El antiguo Egipto fue el hogar de muchos encantadores de serpientes. Con el tiempo se extendió por todo el sudeste de Asia, Oriente Medio y África del Norte. A pesar de haber tenido una época dorada en el siglo XX, los encantadores de serpientes en la actualidad están en peligro de extinción.

El encantamiento de serpientes es una práctica que aparenta hipnotizar a una serpiente tocando un instrumento llamado pungi. La práctica es más común en la India, aunque otros países asiáticos como Pakistán, Bangladés, Sri Lanka, Tailandia y Malasia también son comunes este tipo de artistas, al igual que los países del norte de África como Egipto, Marruecos y Túnez.

Muchos encantadores de serpientes viven una existencia errante, visitando ciudades y pueblos en los días de mercado y en las fiestas. Los encantadores de serpientes suelen caminar por las calles con sus serpientes en cestas o macetas que cuelgan de un poste de bambú.

Una vez que el artista encuentra un lugar satisfactorio para instalarse, pone sus ollas y canastas sobre él (a menudo con la ayuda de un equipo de asistentes que pueden ser sus aprendices) y se sienta con las piernas cruzadas en el suelo delante de un bote cerrado o cesta. Se quita la tapa, y luego comienza a tocar un instrumento flauta, hecho de una calabaza, conocido como pungi. Como si fuese absorbida por la melodía, una serpiente finalmente emerge del recipiente.

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