El paraguas básico fue inventado hace más de 4.000 años , en la lejana China, primero como sombrilla o parasol y más adelante como protector de las lluvias. Existe un clara evidencia del uso del paraguas en el arte antiguo y en utensilios de Egipto, Asiria, Grecia y China

Los primeros paraguas de Europa se fabricaban con huesos (barbas) de ballena o maderas nobles y se recubrían con pelo de alpaca.

Pero al principio el paraguas gozó de poco éxito, ya que sus varillas de caña eran rígidas, lo que hacía que siempre se debía tener abierto.

Algo que se solucionó en el año 1805, cuando Jean Marius inventó el paraguas plegable, en Francia, fue creado como un objeto de lujo y signo de prestigio

Entonces no es sorprendente que fuera un Inglés – Jonas Hanway (1712-1786) – el que hizo famoso el paraguas tal y como lo conocemos hoy, para protegernos de la lluvia.

Los paraguas sirven como pretexto a los pintores para demostrar su maestría y con el fin de crear cuadros íntimos, llenos de colorido y movimiento, desde Renoir y Matisse, los impresionistas franceses, pasando por Botero, los pintores ingleses y así sucesivamente hasta nuestros días.

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