Los árboles que crecen en el ficticio planeta de "El principito", tienen como nombre científico "Adansonia". Son un género de la familia Malvaceae cuyos miembros se conocen popularmente como "baobabs", "árboles botella" o "imbondeiros", entre otras denominaciones.

El nombre popular "baobab" proviene del árabe "buhibab" y significa «padre de muchas semillas», mientras que el científico lo hace del botánico francés, de origen escocés, Michel Adanson.

Existen ocho especies, de las cuales seis crecen en la isla de Madagascar, y de las otras dos, la más conocida, "Adansonia digitata", crece en África continental, y la menos conocida y más pequeña, "Adansonia gibbosa", en Australia.

Si bien en el libro de Antoine de Saint-Exupéry, el protagonista trata a estos árboles como mala hierba, ya que los arranca del suelo de su asteroide antes de que crezcan y lo destruyan, en realidad ellos representan una verdadera bendición para los pueblos donde crecen. En muchos lugares hasta les confieren un carácter sagrado y mágico.

Resulta que algunos baobabs se ahuecan en la madurez, que alcanzan a los 200 años, y se convierten en grandes depósitos en los que se almacenan más de seis mil litros de agua de lluvia. Así sirven de gigantescas cisternas naturales para poblaciones de regiones semidesérticas.

Asimismo sus frutos poseen una pulpa que encuentra numerosos usos en la alimentación, como la preparación de salsas, aliños, y la elaboración de bebidas refrescantes y energéticas.

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