Un antófilo es una hoja floral. Como las piezas que componen la flor son todas hojas metamorfoseadas o modificadas para la reproducción, son antófilos los tépalos o sépalos más semejantes a hojas normales, generalmente verdes. Se sitúan debajo de los pétalos, cerrando la flor desde abajo. Los pétalos; los más visibles de la flor y generalmente de vivos colores, están organizados en una envuelta llamada corola.

También se cuentan los estambres y los carpelos ; hojas muy modificadas sobre las que se desarrollan los órganos productores de las células sexuales, o antófilos fértiles; para distinguirlos de los infértiles que forman el perianto o conjunto de cáliz y corola; o sea los dos primeros. El androceo o conjunto de estambres originará el polen, y el gineceo o conjunto de carpelos, donde tras fecundación se generará la semilla

El término tépalo se usa cuando todos los antófilos del perianto son similares en forma y color, y no están claramente diferenciados sépalos de pétalos, no pudiéndose distinguir cáliz de corola, en monocotiledóneas por ej.

Los antófilos estériles, siempre localizados en la parte exterior de la flor, en términos generales tienen una doble finalidad: la protección de las piezas fértiles y la atracción de los agentes polinizadores (insectos, aves,etc)

El color blanco de muchos antófilos, como por ejemplo Magnolia grandiflora, se debe al fenómeno de reflexión total de la luz o bien a una absorción total de la luz operada por pigmentos complementarios

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