En alfarería, una orza es una vasija de la familia de las ollas, de boca ancha, aunque más cerrada que en estas, base plana y recogida, con dos o más asas o sin ellas. En su interior tiene una especie de barniz especial que le aporta un aspecto vidriado.

Con esta especie de olla, es posible crear un sitio adecuado para conservar diferentes alimentos, entre ellos la carne y el aceite.

Desde tiempos inmemoriales, la carne del cerdo, después de las matanzas, se preparaba de manera que se conservase para el resto del año y así poco a poco ir consumiéndola.

El método tradicional era cocinarlo en aceite de oliva y guardarlo en ese mismo aceite. Se llamaba conserva de orza porque se guardaba en este tipo de recipiente, una olla de barro típica para esta receta. De este modo los productos del cerdo se podían conservar durante meses y éstos conservaban tanto su sabor como sus propiedades.

El fin era conservar estas chacinas durante todo el año y así ir dosificando su consumo según las necesidades.

Dentro de la gastronomía española se encuentra el lomo de orza, una receta típica que desde su origen fue creada para prolongar la vida del lomo de cerdo, ya que en aquel entonces no existían refrigeradores para poder conservarlo.

Es así como este plato, al igual que el jamón u otro producto en salazón, se ideó con el objetivo de mantener la carne más tiempo en buenas condiciones, aunque sin querer terminaron creando un estupendo plato gastronómico.

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