La algarroba tiene muchas aplicaciones en la alimentación, tanto animal como humana. Por ello, fue ampliamente usada como complemento alimentario en periodos de escasez, durante la Guerra Civil Española.

Actualmente se usa como forraje y en la industria farmacéutica, cuenta con múltiples beneficios para el organismo ya que es muy rica en mucilagos (es una clase de fibra soluble), que actúan contra las inflamaciones de las mucosas, eliminado la irritación de las vías respiratorias como así también para curar las afecciones digestivas, es un tratamiento muy eficaz para curar las diarreas, alivia la digestión, previenen las molestias de estómago y quita el dolor de estas dolencias.

Recientemente, ha sido reconocida como "alimento natural" y suele usarse molida como sustituto del chocolate y del cacao. Al no contener gluten es ideal paras las personas celiacas, se puede adquirir en semillas, polvos para diluir en agua, en forma de harina, tabletas, galletas, etc.

El árbol es originario de Asia sudoccidental, desde donde se ha extendido por todo el Mediterráneo Oriental.

El fruto es una vaina coriácea de color castaño oscuro, de 5 a 8 cm de longitud, que en el algarrobo blanco contiene una pulpa gomosa. Esta vaina contiene las semillas, parecidas a una lenteja grande. Existen dos tipos de algarrobo, de vainas blancas y de vainas negras.

Las semillas mantienen su poder germinativo, hasta 10 años y mantienen sus propiedades aún después de haber padecido un incendio.

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