Los setos, una minoría étnica de unos pocos millares de personas nativas de Setomaa, una región muy pequeña ubicada entre el sureste de Estonia y el noroeste de Rusia. Son en su mayoría cristianos ortodoxos de nacionalidad estonia. El idioma seto pertenece al grupo de las lenguas ugrofinesas.

Han preservado durante siglos sus tradiciones, como el canto polifónico, recién inscrito en el listado de Herencia Cultural Intangible de UNESCO.

Para el pueblo seto, asentado en el sudeste de Estonia y el distrito de Petchory (Federación de Rusia), el leelo, canto polifónico ancestral, constituye hoy una piedra angular de su identidad.

Los cantores interpretan sus melodías ancestrales vestidos a la usanza tradicional. Este canto se caracteriza por la alternancia de las voces: un cantante principal entona un verso y el coro le sigue retomando las últimas sílabas de éste para cantar después el verso entero.

La mayoría de los coros están íntegramente compuestos por mujeres. El Día del Reino Seto se corona a la mejor cantante principal otorgándole el título de “Madre del Canto” del Rey.

Hoy en día sigue constituyendo un elemento fundamental muy valorado de su cultura. Los coros de leelo ocupan un lugar importante en la vida de las comunidades, encarnan la identidad local y constituyen un motivo de orgullo para el pueblo seto.

En otros tiempos, el leelo acompañaba prácticamente la totalidad de los quehaceres diarios de las comunidades campesinas del pueblo seto.

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