Fidenas era una ciudad del Lacio, región de la península italiana situada entre el curso bajo del río Tíber, los montes Ausonios y los Apeninos, lindando por el norte con Etruria y al sur con Campania.

Estuvo estrechamente relacionado con la expansión de los romanos, ora aliados, ora enemigos, que se aseguraron definitivamente su dominio en el siglo I a.C. en el contexto de la llamada Guerra Social.

La ciudad se encontraba a 8 km de Roma, con la que se enlazaba mediante la Vía Salaria, la larga calzada de dos centenares y medio de km que comunicaba el mar Tirreno con el Adriático y debía su nombre a que los sabinos la utilizaban para transportar la sal hacia el Tíber.

Fidenas estaba en un cruce estratégico y los romanos siempre lo tuvieron por un peligroso enclave fronterizo, ya que se trataba de una punta de lanza etrusca en territorio latino; de hecho, la vecina urbe de Veyes, que estaba a unos 16 km al norte de Roma y era la más rica de la Liga Etrusca, tuvo a Fidenas en su órbita de influencia durante mucho tiempo en las guerras que mantuvo con la República Romana ya desde tiempos de Rómulo, en el siglo VIII a.C.

Se cree que allí se ubicaba la antigua acrópolis, si bien no se ha encontrado un registro arqueológico que lo pruebe con certeza, más allá de algunas tumbas. Los restos hallados corresponden al período romano posterior, destaca la curia, que conserva una inscripción del Senado local dedicada al emperador Marco Aurelio (que vivió en el siglo II d.C).

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