El Palacio de Rundāle es uno de los grandes tesoros de Letonia, una impresionante obra maestra de la arquitectura del Barroco. Rundāle es, hoy en día, un museo.

El Palacio es también uno de los monumentos que mejor muestran la historia de Letonia.

Fue construido por los Duques de Curlandia, en dos períodos, desde 1736 hasta 1740 y desde 1764 hasta 1768.

Está situado, a 12 km al oeste de Bauska y a 80 km al sur de Riga capital de Letonia. Fue construido cuando lo que hoy es Letonia, formaba parte del Gran Ducado de Lituania.

El arquitecto que se encargó de la construcción fue Bartolomeo Rastrelli, el mismo que diseñó y construyó el Palacio de Invierno y el Palacio de Catalina en San Petersburgo.

Apenas unas décadas después de la construcción de este gigantesco palacio, la zona fue conquistada por el Imperio Ruso que pasó a controlar esta espectacular mansión.

La zarina Catalina la Grande otorgó el ducado de Curlandia y el palacio, a la familia Zubov, una de las más importantes de la aristocracia de la época.

Un ala del palacio está llena de salas destinadas a recepción, bailes y otras festividades. El Salón Dorado y el Salón Blanco son lo más grandes e importantes de esta zona y de todo el complejo.

Son de destacar los grandes Jardines del Palacio de Rundāle. Sobresalen el Jardín Francés y el Jardín de Rosas.

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