En una superficie de 1100 km² y una población de más de 7 millones de hab., Hong Kong se convirtió en el cuarto territorio dependiente más densamente poblado, tiene casi 6800 personas por km².

La gran explosión demográfica, y la falta de sitios para construir, provocaron un aumento excesivo en los precios inmobiliarios.

Muchas personas, imposibilitadas de pagar alquileres exorbitantes, se vieron obligados a rentar las casas ataúd, son sitios muy pequeños, con tamaños entre 4 a 10 m² de espacio. Los más afortunados, cuentan baño y cocina personal; eso sí, el inodoro está al lado de cocina.

Los menos, viven en “camas cápsulas”, o ataúd como también se las conoce. Es tan poco el lugar, que ni siquiera pueden ponerse de pie.

Un ejemplo es un lugar de unos 35 m² de espacio, el cual está dividido para acomodar 20 camas de dos pisos. Su precio ronda entre los 300-500 dólares por mes, con cocina y baños compartidos, tienen acceso a agua, gas, electricidad, internet.

Aquellos que no tienen un techo, duermen en locales de comida rápida y se les llama “McRefugees”, aquí trabajan de día y de noche se ahorran el alquiler al dormir en un McDonald's.

La ONU calificó todo esto como "un insulto a la dignidad humana". Sin embargo, actualmente unas 200.000 personas (40.000 niños), viven en estas condiciones inhumanas, un 18% más en los últimos 4 años. Existen viviendas públicas más accesibles (subsidiadas por el gobierno), pero están ocupadas y su lista de espera es interminable.

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