Ubicado en la frontera entre Corea del Norte y China, el monte Paektu (2.744 metros sobre el nivel del mar) ha sido sagrado para los coreanos desde hace más de mil años En el año 946 entró en erupción de manera explosiva, se estima que expulsó entre 100 y 120 kilómetros cúbicos de piroclasto.

Tanto por su envergadura como por la fecha en que ocurrió, este evento eruptivo ha sido bautizado como «La erupción del milenio», calificación que los expertos consideran acertada, ya que tuvo un índice de explosividad volcánica de 7 y por ello es una de las erupciones más grandes y violentas de los últimos 5.000 años junto con la erupción del Tambora (Indonesia) en el año 1815.

La erupción fue oída en la entonces capital de Corea, Kaesong, ubicada a unos 450 kilómetros al sur del volcán, aterrorizó de tal manera al emperador, que los condenados fueron perdonados y puestos en libertad.

Según el libro de la "Historia del Templo de Heungboksa", el 3 de noviembre del mismo año en la ciudad de Nara (Japón), a unos 1.100 km al sureste del volcán Paektu, se registró un evento de "lluvia de cenizas blancas".

Tres meses más tarde, el 7 de febrero de 947, se oyeron "truenos de tambor" en la ciudad de Kyoto (Japón), a unos 1.000 kilómetros al sureste del volcán Paektu, según la documentación escrita del libro de la historia de Japón. Excavaciones arqueológicas han evidenciado capas de cenizas volcánicas de esta erupción en la parte sur de Hokkaido (Japón).

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