El lago Kariba, situado en la garganta del mismo nombre en el río Zambeze en la frontera entre Zambia y Zimbabue. La presa que creó el embalse fue construida por una empresa italiana, que finalizó los trabajos en diciembre de 1958, fue inaugurado hasta un año y medio más tarde.

Se trata del lago artificial más grande del mundo por volumen (180 kilómetros cúbicos), un embalse creado por la construcción de una presa entre 1955 y 1959, ocupa una superficie total de 5.400 kilómetros cuadrados.

Sus dimensiones son impresionantes: 280 kilómetros de largo y 40 kilómetros de anchura máxima. En su interior hay 293 islas, 190 de las cuales pertenecen a Zimbabue y las otras 103 a Zambia. Entre todas reunen 147 kilómetros cuadrados de tierra firme y 604 kilómetros de costa.

La presa hidroeléctrica que cierra el embalse es una de las mayores de África, y proporciona energía a los dos países que la comparten. Durante su construcción se cobró la vida de 86 personas. Los trabajos dieron lugar a la creación de varias localidades en su entorno para albergar a los trabajadores como la actual ciudad de Kariba en Zimbabue.

Antes de que el embalse fuera llenado se quemó toda la vegetación que iba a quedar sumergida, creando las condiciones para el desarrollo de la fauna acuática. Se introdujeron especies de peces desde el lago Tanganica y se trajeron cocodrilos del Nilo e hipopótamos.

Hoy es un importante recurso turístico, con hoteles, restaurantes, campings y actividades acuáticas.

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