El Templo del Loto, situado en la ciudad de Delhi, capital de la India, es uno de los edificios más curiosos de la región, lo que ya es decir bastante.

Emblema de la modernidad y maravilla de la arquitectura, el Templo de Loto fue ideado por el iraní Fariborz Sahba (1948). Ha ganado numerosos premios arquitectónicos y ha sido tema de cientos de artículos de periódicos y revistas.

Conocido también como la Casa de Culto Bahá’i, este monumento lleva el nombre de la flor que simboliza la pureza y la santidad en la tradición hindú. Su diseño también está inspirado en esta flor, componiéndose de 27 pétalos en grupos de tres para formar nueve lados.

Los pétalos fueron realizados en mármol procedente de Rajasthani Macrana, y se abren en nueve piscinas y puentes que aluden a los nueve caminos espirituales del culto Bahai. El templo está rodeado por un extenso jardín.

Las nueve puertas del Templo de Loto abren hacia un salón central con capacidad para 2 500 personas. El salón central tiene poco más de 40 metros de alto,​ y su superficie está hecha de mármol blanco.

Junto con los nueve estanques y jardines en su alrededor, esta maravilla arquitectónica ocupa una superficie de 105.000 m².

Desde su inauguración al público en diciembre de 1986 hasta el 2002, ha atraído a más de 50 millones de visitantes. Actualmente supera en cantidad de visitas al afamado Taj Mahal, ubicándose en el lugar 50 entre los destinos turísticos más visitados del mundo.

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