Julio César era conocido por su audacia y su rapidez de actuación en el campo de batalla. Así había sometido a los galos, había vencido a Pompeyo en la guerra civil, había afianzado a su amante y aliada Cleopatra en el trono egipcio y aplastó a Farnaces II, rey del Ponto.

La batalla de Zela sucedió en el año 47 a. C. entre las legiones romanas de Julio César y el ejército de Farnaces II del Reino del Ponto.

El enfrentamiento tomó lugar en Zile, un pequeño pueblo sobre una colina en la colina de la provincia de Tokat, noroeste de Turquía, donde estaban las fuerzas romanas. Las fuerzas del Ponto se ubicaron en la colina cercana del pequeño pueblo de Zela.

Los pónticos abandonaron sus posiciones defensivas y lanzaron un ataque sorpresa contra las posiciones romanas en la colina. La acción fue inesperada ya que nadie creía que Farnaces renunciara a su sólida posición defensiva para atacar a los romanos. El asalto logró un éxito inicial pero pronto los veteranos romanos se recuperaron y organizaron una línea defensiva. César tomo la iniciativa y expulsó a los pónticos de su campamento logrando así derrotarlos.

La victoria de Zela fue decisiva, los pónticos no volvieron a amenazar el poder romano en Asia Menor. La campaña contra Farnaces apenas duró cinco días, fue tan rápida y contundente que Plutarco menciona que César dijo: "Veni, vidi, vici". Farnaces escapó al Reino del Bósforo pero fue poco después asesinado por uno de sus ex comandantes en una escaramuza.

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