Un muñeco de nieve es una escultura antropomórfica de un hombre que suele construirse en regiones con suficientes nevadas y es una tradición invernal común.

La documentación del primer muñeco de nieve no está clara. Sin embargo, Bob Eckstein, autor de «The History of the Snowman» («La historia del muñeco de nieve»), documentó los muñecos de nieve de la Edad Media investigando representaciones artísticas en museos, galerías de arte y bibliotecas europeas. La primera documentación que encontró fue una ilustración marginal de un libro de horas de 1380, hallada en la Koninklijke Bibliotheek de La Haya.

La primera fotografía conocida de un muñeco de nieve fue tomada hacia 1853 por la fotógrafa galesa Mary Dillwyn, cuyo original se encuentra en las colecciones de la Biblioteca Nacional de Gales.

Aunque el origen de los muñecos de nieve sigue sin estar claro, se han utilizado a lo largo de la historia para hacer declaraciones. En 1511, la ciudad de Bruselas celebró un festival de muñecos de nieve con la esperanza de apaciguar a sus hambrientos y pobres ciudadanos. Sin embargo, en lugar de construir muñecos de nieve, la gente construyó esculturas pornográficas por toda la ciudad.

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