En la mitología griega, el titán Atlas era el responsable de sujetar el peso de los cielos sobre sus hombros, una carga impuesta como castigo por Zeus.

Padre de muchas estrellas, y protagonista de uno de los famosos trabajos de Hércules, Atlas también era conocido como un hombre sabio y fundador de la astronomía. Para Platón era el primer rey de la ciudad a la que dio nombre, la Atlántida, y este gigantesco dios también dio su nombre a una enorme cordillera en el norte de África, gran océano Atlántico y a cualquier colección de mapas.

Fue el padre de diversas ninfas, tres de ellas colectivas (Pléyades, Híades y Hespérides)​ y otras tres individuales, como Mera,​ Calipso e incluso Dione. Su consorte principal es la oceánide Pléyone, quien le dio a las ninfas astrales,​ pero a Atlante también se le dan dos consortes más, Etra y Hesperis, ambos nombres parlantes que hacen alusión al brillo celeste.

Con un nombre que tal vez transmite el significado de "sufrimiento" o "que soporta mucho", Atlas era hijo de los titanes Jápeto y Clímene (o Temis) y el hermano mayor de Epimeteo, Menecio y Prometeo.

La figura de Atlas ha perdurado en la cultura a lo largo de los siglos y ha influido en diversas formas de expresión artística. Representaciones escultóricas y pictóricas de Atlas sosteniendo el mundo han sido comunes en la tradición artística occidental.

Más información: www.worldhistory.org