Un gofre o waffle es una especie de galleta con masa crujiente parecida a un barquillo, de tipo oblea de origen belga que se cocina entre dos planchas calientes.

Si bien es un dulce belga, fue introducido en Estados Unidos gracias a los colonos procedentes de Países Bajos en 1620. Thomas Jefferson se encargó de pedir una gofrera de hierro fundido a Francia y desde ese entonces se popularizó.

Hay varias maneras de prepararlo y cada país tiene su propia receta que los hace únicos. En Estados Unidos, por ejemplo, se prepararan con un tipo diferente de levadura y eso los hace más finos y densos. Los estadounidenses los suelen tomar en el desayuno, calientes, con mantequilla o sirope de arce. En Hong Kong, sin embargo, la preparación es muy similar a la europea pero la forma del gofre en vez de ser en rejilla es circular.

El auténtico gofre belga se encuentra en Lieja. Esta fue la ciudad donde se originó y de donde surge la receta original. En Amberes, los locales no suelen comer gofres, quizá porque no es algo típico de la región de Flandes, así que por lo general la gente que va comiendo gofres por la calle son turistas o extranjeros.

Si nos fijamos en el resto de gofres del mundo vemos que les ponen mantequilla, fruta, helado, sirope, chocolate. El auténtico gofre de Lieja se come con apenas un poco de chocolate o mermelada o solo, pues se piensa que la esencia del gofre está en la masa y no en los añadidos.

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