La planta Eguzkilore, también conocida como flor del sol o Carlina acanthifolia, es un cardo que crece en estado salvaje en España en donde es muy popular. Obedece a muchos nombres como ajonjera, camaleón, carasol, cardina y muchos más.

Crece en las laderas soleadas de montaña, pastizales y prados, es perenne de tallo rígido y reducido de hasta unos 20 cm. de altura. La cabeza floral se encuentra en el centro de la roseta, tiene la característica de que no marchita, manteniendo siempre su belleza y frescura.

Es todo un símbolo en la zona norte peninsular, su flor seca se coloca en la puerta de entrada de muchos caseríos como una representación del astro diurno y que desempeña las mismas funciones místicas atribuidas al sol.

Se cree ahuyenta a los malos espíritus, impide la entrada a las brujas, a los genios de las enfermedades, de la tempestad, del rayo. Es la imagen de la paz y del desarrollo.

Es la planta que ha protegido los hogares vascos durante siglos. Está llena de luz y fuerza, se ha convertido en uno de los símbolos más tradicionales de Euskal Herria (una región en el territorio europeo en donde se ha desarrollado la cultura vasca).

Cuando se visita esta región, algunas de las tiendas de suvenires o regalos, es habitual encontrar los Eguzkilores de diferentes materiales y tamaños. Existe todo un universo de productos vinculados a esta planta mágica, joyas y elementos de decoración o licores, también se encuentran en joyas diferentes y originales.

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