¿De qué nación se separó Bélgica en 1830, consiguiéndo así ser un Estado independiente?
En la revolución belga de 1830 se alzaron los habitantes de las provincias del sur del Reino Unido de los Países Bajos contra la superioridad de las provincias norteñas. En pocas semanas de agosto y septiembre la rebelión logró la secesión de Flandes y la Valonia y la formación de Bélgica.
Los territorios que comprenden los actuales Países Bajos, Bélgica y Luxemburgo estuvieron en la Edad Media unidos cultural y políticamente, pertenecieron desde los siglos XIV/XV hasta el XVI a los Países Bajos Borgoñones, y más tarde a la Circunscripción de Borgoña en el Sacro Imperio Romano Germánico.
Durante la Reforma Protestante y la Guerra de los Ochenta Años lograron la independencia las siete Provincias Unidas de los Países Bajos Holandeses. En 1815, tras el Congreso de Viena norte y sur se unieron de nuevo junto al Principado de Lieja.
Las diferencias entre ambas naciones eran profundas. Mientras los holandeses eran calvinistas, vivían de la agricultura y el comercio, los belgas eran católicos e industrializados. Tanto unos como otros querían que la capital estuviese en su territorio, por lo que se optó por repartir los organismos oficiales entre distintas poblaciones.
Las divisiones religiosas, lingüísticas y económicas, que se habían producido durante los aproximadamente 250 años de separación, se pusieron pronto de manifiesto de forma dramática. La consecuencia fue esta revolución burguesa y liberal en el contexto de la Revolución de Julio francesa.
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